Esta pintura está basada en una fotografía del cumpleaños de una amiga mía (Arely Jaramillo), una fotografía que me gusto y me decidí a pintarla, la razón fue que estas últimas semanas he estado creando cosas relacionadas con la luz, en la siguiente entrada, que no se cuando será veremos tres pinturas al pastel donde juego con una idea entre la luz de un foco y el fuego, y lo que pretendío ahora era buscar lo opuesto, la idea surgió con ésta fotografía donde podía cambiar el fuego de las velas en el pastel por focos, la idea original era que estos focos encendieran y apagaran, obviamente conectados a la energía eléctrica, estos focos son de una serie navideña, y como es normal en este tipo de focos la cantidad de ellos eran más de los que necesitaba, pero como no soy muy bueno con la electrónica, tratando de cortar cables y atarlos para lograr tener una serie de 5 focos que al conectarse lograran ese juego de encendido/apagado que simularía la acción de apagar las velas, pues resulto que por poco ocasiono un corto circuito y los focos se quemaron, así que esa idea paso a ser palabras en este texto, aun así esos focos fueron agregados a la pintura generando ese juego que pretendía entre el fuego y la luz artificial.

Esas manchas que se embarran por toda la pintura simulan el pastel, ese típico pastelazo que va directo a la cara, pero que la persona del cumpleaños casi siempre logra esquivar, por eso es muy poca la cantidad que se aprecia próxima de su rostro.
Tenía problemas con la técnica, porque yo buscaba la transparencia de la acuarela, pero mi superficie era de madera, por lo que tuve que aplicar una capa de pintura acrílica blanca y pintar sobre ella. Me gusta experimentar y ésta no es la típica acuarela que va sobre el típico papel para acuarela, a algunos les puede parecer incorrecta la forma en la que está hecha, pero yo pienso que no existe ni la forma correcta ni la incorrecta, simplemente la forma, diferente, eso sí, … y que viva la diferencia.